El refuerzo positivo para entrenar a tu mascota.

El adiestramiento canino se basa en el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante, este último utiliza las consecuencias de la conducta como base para el aprendizaje y tiene 4 variables: refuerzo positivo, refuerzo negativo, castigo positivo y castigo negativo.

Si aplicamos el refuerzo positivo habrá mayores posibilidades de que nuestra mascota realice las conductas que deseamos, ya que estaremos proporcionando un reforzador (premio) inmediatamente después de que nuestro pequeño haga lo que le hemos pedido.

Los reforzadores positivos son todas esas cosas agradables que recibe nuestra mascota, y que, por gustarle tanto, estaría dispuesto a hacer un esfuerzo para tenerlo. Podemos estar hablando de caricias, palabras de felicitación y de comida (snacks/ golosinas).

Regañar y castigar a nuestra mascota eleva los niveles de estrés, y probablemente nuestro perro tarde más en aprender; ellos olviden fácilmente el por qué han sido regañados y en ocasiones permanecen en estado de sumisión sólo porque nos ven enojados.

Adiestradores, educadores, etólogos y veterinarios recomiendan el refuerzo positivo, ya que hacemos que nuestra mascota aprenda de una forma más divertida y efectiva; y también mejora la relación que tenemos con ellos, generando lazos más fuertes y de bienestar que le permitirán mejorar sus conductas sociales.

Es sumamente importante que el premio o refuerzo se entregue inmediatamente después de que nuestra mascota realiza la acción que le pedimos, para que de este modo pueda quedar totalmente asociada la conducta al estímulo positivo.

Deberás repetirlo varias veces para que ellos entiendan que lo están haciendo bien y que están siendo recompensados por sus habilidades. Educar a tu mascota es un proceso que implica tiempo y paciencia y recuerda que el adiestramiento no es exclusivo de los cachorros. ¡Los perros viejos también aprenden trucos nuevos!

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp