La importancia del juego. ¿Cuál es su beneficio?

Si existe una conducta básica en la vida de nuestro perro, es el juego. Es una de las primeras cosas que los cachorros aprenden, y no sólo por diversión. Con el juego, los cachorros desarrollan muchas de las habilidades que utilizarán a lo largo de su vida – mejoran su motricidad, reflejos, aprenden a comportarse, a pelear, y refuerzan instintos, entre otros.

Aunque para nosotros, como humanos, el juego es “cosa de niños”, para nuestra mascota el juego será básico en todas las etapas de su vida, inclusive en la vejez, porque ello representa una constante estimulación física, mental y emocional.

A nivel emocional, jugar no sólo genera alegría, sino también autoestima, confianza, seguridad, amabilidad, y por supuesto refuerza ese vínculo especial que existe con nosotros, sus dueños. Además, aprenderás a conocer más a fondo a tu mejor amigo, ya que la forma de comportarse durante el juego te dará indicios de su carácter – podrás descubrir que le interesa, que le enoja, que le molesta, si es o no un perro paciente, etc.

Al mismo tiempo ejercitamos su mente, enseñándoles límites; por ejemplo, aprenden cuándo deben detener el juego, controlan sus mordidas, dominan su conducta de posesión, y aprenden ciertas indicaciones que usamos al jugar como “alto, quieto, stop, sentado, etc.”.

A todo esto, le sumamos el ya bien conocido beneficio físico, porque fortalece su corazón, sistema respiratorio, circulación, articulaciones, mantiene su cuerpo en el peso ideal y libera la ansiedad.

Y no podemos dejar de mencionar que saber jugar y hacerlo frecuentemente ayudará a tu perro a ser mucho más sociable, le enseñará a respetar a otros animales y personas, que no necesariamente son su círculo cercano. Le enseña que la interacción y el conocer nuevos “amigos” son momentos gratificantes y de disfrute.

Los expertos recomiendan que hagas un espacio en tu agenda diaria para dedicárselo a jugar con tu mascota; sabemos que quizás no puedas contar con un horario fijo y que en ocasiones puedes llegar super cansado a casa, pero puede ser tan sencillo como aventarle un peluche o pelota desde la comodidad de tu cama o sillón. ¡Inténtalo!

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