El perro es uno de los animales más sociales de la naturaleza, y al formar parte de nuestro hogar, hace de todos los integrantes de la familia parte de su manada. Por ello, cuándo se le deja sólo en casa puede presentar momentos de angustia, estrés, aburrimiento y ansiedad.
Estas emociones se traducen en comportamientos como rascar paredes, ladrar en exceso, hacer pipí en lugares no permitidos, llanto, objetos rotos y demás desastres en casa. Pero esto puede ser controlado, reducido, e inclusive eliminado dependiendo de la personalidad de tu pequeño, incorporando ciertas pautas en nuestra rutina diaria.